A veces me encuentro en los demás; otras, descubro mi "yo" a solas, y en muchas otras ocasiones me pierdo. En mi mente, me alejo de la realidad y se me olvida que las emociones afectan: permiten vivir apasionadamente la vida, pero también alejarse de la realidad cuando menos conviene. "¡Qué estúpido todo esto!" me digo a mí misma y, sin embargo, cuánto efecto tienen en la percepción de la realidad, la vida y su significado, de nosotros mismos; y cómo nos hace recobrar la conciencia sobre nuestra existencia para vivir la propia vida intensamente de nuevo con perspectivas diferentes, aprendidas del exceso de emociones, o de la carencia de ellas.
¿Tenemos reflejo? Parece que no influimos en la vida de los demás y, sin embargo, no es así. Sí, influimos mediante nuestros pensamientos en nuestra actitud, visión, acciones; y, en los demás, dejamos nuestra energía negativa pero… ¿realmente vemos que tenemos ese reflejo? ¿lo tenemos? Parece que vivimos a través de un espejo reflejado en otro, y así constantemente. ¿Cómo evitar verse la realidad? No digo que esos espejos reflejen realidades falsas; pueden ser verdades pero no completas. Al fin y al cabo, no creo en el reflejo personal completo en el mundo. Siempre hay una parte que permanece para la persona y así debe ser, si no seríamos meras copias de los demás. Escribí un poema que puedo relacionarlo ahora con esto: El espejo y la autenticidad . No creo que me explicase muy bien, no lo contextualicé o usé las palabras precisas para describir la situación (en mi mente sí, aún no está corregido
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