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There is no truth explained without a risk,

 There is no truth explained without a risk, without a judgement, which is necessary but not based on it. This voice of the truth must exist for itself and stand up for its values with effort because no one wants to hear an empty, with an unworthy purpose voice. Risk, values, effort, a worthy purpose, depth; definitely: truth.  This is exactly what we are searching for in a disorganized world and for we might be seen  as lazy because of our conformity. The truth is not seen in secure places, never has,  or in a world where everything is known: there is the mystery,  the beginning from where we have to start to search for truth,  from where we wonder and ask ourselves our purpose and the truth in it, from where we start a journey we can´t never come back, only go on and see the meaning.
Incluso con la verdad de un poema, no quiero decir toda la verdad. Las palabras honestas están escritas, pero no desvelan ni la mitad. Tal vez por eso uso imágenes, o tal vez sean para mi mayor comprensión. Hay ideas contradictorias dentro de mí, y eso me impide reflejarlas con claridad. No sé, puede que piense mucho, y en ocasiones poco. Basta, dejémoslo estar, espero que disfrutara del poema.
Si los pétalos fueron injustos, la rosa crecía con el tallo sin saberlo. Sobre las filas de agujas verdosas caían aunque la luz del sol siguiera alumbrando. No sé por qué, parece más colorida. Amanece y se despeja, saludando a las hormigas y mariposas, a las culebras y a los pájaros. ¿Estaba atrapada en su crecimiento? Ahora, mira hacia sus raíces, continúa. El tallo es más grueso, aunque tiene la misma fibra que ayer. ¿Cómo sabe de qué color es? ¿Cómo sabe si realmente crece? Despierta cada día con más fuerza y matices, los pétalos la ayudan a maravillar el paisaje.
A veces distorsionamos la realidad, para bien o para mal. Para bien, hacemos de la experiencia una vivencia inolvidable. Para mal, la angustia y el miedo puede transformar la oportunidad en una vivencia inexistente. Si viéramos cómo son las cosas, no como quisiéramos, tal vez las podríamos mejorar mientras apreciamos aquello que una vez distorsionamos; y si volvemos a caer en la irrealidad, que sea para mejorar hasta ser conscientes de nuestra inconsciencia y ser nosotros mismos asumiendo las responsabilidades que construyen nuestra realidad.
         Trago la saliva, apenas oigo el sonido que produce. Más bien noto picor al tragar. No puedo más. Sé que lo tengo en medio de la garganta. No me puedo relajar. Mis orejas comienzan a ponerse rojas y mis manos heladas, al igual que mis pies, igual que mis brazos de punta. No sé qué es, quiero expulsarlo, no puedo apartarlo de mi mente. Permanece y mata cualquier halago que pudiera animarme. Una aguja sobre un globo, una vacuna sobre la piel; punzante sobre mis ideas previas. Ojalá no fuera así. No sé qué es. Tengo una sensación de ahogo, embotamiento, todo retumba a mi alrededor. No oigo nada.   Solo veo, no agitada, ya que no me puedo mover. Pero sí absorta por esta sensación de parón. Todo se ha ralentizado ante mi mirada, mi percepción ha cambiado, me he dado cuenta. No seré la misma, ya es tarde para el cambio pequeño. Viene lo abrupto, lo radical. Una mentalidad completamente nueva. Que esta punzada en la garganta sea solo para dejar de engañarme y así reflexionar q
Caminar es voluntad y acto decisión y determinación, es querer respirar aire puro adentrándose por las callejuelas. No hay nada mejor que darse cuenta de la complejidad del mecanismo que tan obvio parece por la cotidianidad y aun así tan extraordinario es su efecto en la rutina de quien quiere ser consciente, reflexivo, creativo y auto disciplinado.
   Si tan solo quisiera escuchar, atendería. Si quisiera aprender, conocer, escucharía. Escuchar las palabras, los silencios, los errores, los aciertos, el significado de los gestos, de las indecisiones, de los sinsentidos, de las convicciones. Vería toda su realidad, la viviría sin experimentarla toda, pero aún así la sentiría de un modo más profundo que ahora, más vívida. Tal vez le llevase a pozos de desánimo o desajuste tal complejidad, pero merecería la pena el esfuerzo si al final hubiese contemplado su recorrido y hubiese dejado una pequeña huella, marcada por el superfluo contenido que aposenta en el papel, lleno de tinta; pues todo continúa, y quien dijo una vez una idea, puede cambiar, y si regresa a ella otro apremiante de la escucha, de la curiosidad, puede recuperarla y hacerla florecer adaptándola a su vida. Un día es una mancha; otro, un concepto con el germen de una revolución, con otro nombre. Pero primero empieza así: escucha, aprende, pasa el timón a las siguientes