Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2017
La luciérnaga aparece. Sola. Desprotegida. Casi, apagada. La luz apenas ilumina. La sombra la acecha, la encoge, la atemoriza. No quiere dormir en oscuridad, quiere mirar en blanca y alegre luz. Apenas se puede mover, apenas consigue avanzar. Sigue, sigue, y sigue. No más que soportar, es lo que hace. Así, veo venir otra. La ayuda, se van. Ahora son una pequeña bombilla, potente y alumbrante, tanto, que al fin percibo en qué lado del jardín me encuentro. Ahora estoy aquí, las dos luciérnagas se han alejado ya, y la luz desaparece brillantemente conforme yo me adentro en la habitación iluminada con la lámpara. La oscuridad permanece, pero no aquí, no con ellas, no conmigo, no con nuestro deseo de brillo.