Perfume de tu oído,
vista de tu constelación,
gusto retraído
y amargor en el estómago.

Cuánta vuelta intestinal
provocada por el exterior,
angustia hasta menguar
en su consideración.

Colores brillantes
apagados al emerger
el bunque de los pozos
que al fin se rebelan otra vez.

El cubo subirá
y encharcará el suelo
de hojas otoñales;
pero primero, la cuerda,
por la polea,
deberá avanzar, y
para eso, el aguador
paciencia habrá de tener
hasta así, relucir el agua
y transparente aparecer.

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